Y murió el día de los Derechos Humanos... ¿paradójico, no?
Sí, paradójico igual que tantas cosas construidas por ese general y que querámoslo o no, son nuestra herencia, es parte del Chile que recibimos.
Cuántas veces he oído la frase "ustedes los jóvenes no tienen idea, porque no lo vivieron", y es verdad, no lo viví y justamente escribo este artículo como alguien que no vivió el golpe, que no perdió a ningún ser querido, que no sufrió con los toques de queda ni con el exilio, en el fondo, como a alguien a quien le debería dar lo mismo.
Pero no es así, y no es por pura solidaridad con quienes se entristecen hoy ante la impunidad, es porque ayer, hoy y mañana vivimos en un Chile dividido, reprimido, explotado y lo peor, neoliberal. Vivimos en un Chile donde la gente en lugar de confiar en las fuerzas armadas como guardianes del orden, les teme y les odia, por los crímenes y el temor que sembraron. En un Chile donde la justicia ampara al rico y llena de trámites y papeles al pobre. En un Chile donde los medios de comunicación son manipulados o sencillamente sensurados.
Pero, lo peor, vivimos en un Chile con uno de los sistemas económicos más injustos del mundo, donde para comer hay que endeudarse, para vestirse hay que endeudarse, para tener casa hay que endeudarse, para estudiar hay que endeudarse. Vivimos reprimidos ya no por los fusiles, sino por las tarjetas de crédito, vivimos asustados no con el gobierno, sino con fin de mes, y donde ni siquiera podemos soñar un futuro, porque ya esta todo estructurado en cómodas cuotas mensuales.
Es la desigualdad de la que tanto se habla, son las trasnacionales, es la pérdida de nuestros recursos naturales y el sacrificio de nuestra salud mental por un sistema competitivo la herencia del general, la que hemos recibido gratuitamente como una millonaria deuda que cada uno, en especial los más pobres, pagan día a día.
Alguien cercano al general me dijo hace poco "si no hubiera ocurrido el golpe, hoy estaríamos haciendo fila para comer"... eso nadie puede saberlo. Pero me pregunto yo ¿se preguntarán los cubanos, que si no hubiera llegado fidel, ellos hoy estarían todos en dicom?
Paradójico ¿no?, como estas y muchas otras cosas que nuestra generación ha recibido de herencia y que tenemos, querámoslo o no, la responsabilidad de cambiar.
